Cuando lo que importa es la apariencia, cuando solamente se te juzga por tus ideas, por la convenciones que respetas, por la gente que está contigo. Cuando escandaliza que no tengas las mismas ideas del resto. Cuando lo que molesta es que seas diferente.
De eso trata “El extranjero” del autor francés Albert Camus. Es una novela corta, en la edición que he leído, 140 páginas y letra grande.
Está contado en primera persona, por lo que toda la historia gira en torno a Meursault, y los personajes secundarios sólo aparecen en tanto y cuando se relacionan con el principal.
Cuenta la historia de un hombre frío, distante y poco sociable, al final es condenado por ser diferente, en este caso la diferencia es de carácter, religiosa, de como ve la vida y como cumple los convencionalismos sociales; en una escena se confiesa ateo, cosa que exaspera a los funcionarios judiciales.
Comprobamos durante el juicio que todo gira a la forma de ser del protagonista, no se mencionan los hechos del crimen, ni se discute si fue defensa propia o no, simplemente se juzga al protagonista como persona, su forma de ser y la forma en la que expresa sus sentimientos.
El secreto del libro está en hacer que el lector se identifique con el protagonista y tome partido por él. Haciendo que se sienta incómodo frente a los convencionalismos sociales que defienden los que condenan al protagonista y de paso conseguir que se critique ciertos aspectos de las normas que todos solemos seguir sin saber muy bien la razón.
Es una obra recomendable y fácil de leer, así que manos a la obra, pongámonos en el lugar del protagonista, el señor Meursault, y veamos como las cosas se complican hasta que nuestro cuello peligre.
De eso trata “El extranjero” del autor francés Albert Camus. Es una novela corta, en la edición que he leído, 140 páginas y letra grande.
Está contado en primera persona, por lo que toda la historia gira en torno a Meursault, y los personajes secundarios sólo aparecen en tanto y cuando se relacionan con el principal.
Cuenta la historia de un hombre frío, distante y poco sociable, al final es condenado por ser diferente, en este caso la diferencia es de carácter, religiosa, de como ve la vida y como cumple los convencionalismos sociales; en una escena se confiesa ateo, cosa que exaspera a los funcionarios judiciales.
Comprobamos durante el juicio que todo gira a la forma de ser del protagonista, no se mencionan los hechos del crimen, ni se discute si fue defensa propia o no, simplemente se juzga al protagonista como persona, su forma de ser y la forma en la que expresa sus sentimientos.
El secreto del libro está en hacer que el lector se identifique con el protagonista y tome partido por él. Haciendo que se sienta incómodo frente a los convencionalismos sociales que defienden los que condenan al protagonista y de paso conseguir que se critique ciertos aspectos de las normas que todos solemos seguir sin saber muy bien la razón.
Es una obra recomendable y fácil de leer, así que manos a la obra, pongámonos en el lugar del protagonista, el señor Meursault, y veamos como las cosas se complican hasta que nuestro cuello peligre.
yo lo he leído varias veces y me ha gustado mucho,la persona que lee el extranjero no puede quedarse al margen, se involucra en la lectura sans aucun doute....
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