HSBC: Un legado imperialista manchado por la codicia

HSBC es una de las organizaciones de servicios bancarios y financieros más grandes del mundo.

Raíces en el comercio del opio

En el corazón del siglo XIX, mientras el Imperio Británico extendía sus tentáculos de dominio por el globo, surgió una institución financiera que se convertiría en un símbolo del poder y la explotación colonial: el HSBC, acrónimo de Hong Kong and Shanghai Banking Corporation.

Su génesis se remonta a 1865, cuando un grupo de comerciantes británicos, entre ellos Thomas Sutherland, vio una oportunidad lucrativa en el floreciente comercio entre Europa, India y China. El opio, droga de funestas consecuencias, era un elemento central de este intercambio, y HSBC no dudó en beneficiarse de él.

De hecho, algunos historiadores sostienen que el banco prosperó gracias al tráfico de opio, financiando la importación del mismo a China y facilitando el flujo de dinero hacia las arcas británicas. Esta mancha en su origen ha perseguido a HSBC durante décadas, mancillando su reputación y empañando su legado.

Expansión global y cuestionables prácticas bancarias

Más allá de sus turbios inicios, HSBC se expandió rápidamente por Asia, aprovechando la infraestructura y el poder político del Imperio Británico. Abrió sucursales en puertos clave como Bombay, Singapur y Yokohama, convirtiéndose en el banco preeminente de la región.

Sin embargo, su crecimiento no estuvo exento de controversias. Acusaciones de evasión fiscal, lavado de dinero y apoyo a regímenes dictatoriales han empañado la imagen del banco a lo largo de los años.

En particular, HSBC ha sido criticado por su papel en la facilitación de transacciones financieras para clientes de dudosa reputación, incluyendo narcotraficantes, organizaciones terroristas y gobiernos corruptos. Estas prácticas han generado un profundo malestar entre la comunidad internacional, cuestionando la ética y la responsabilidad social del banco.

Situación financiera:

• HSBC ha reportado resultados sólidos en 2023, con un beneficio neto de 22.432 millones de dólares, un 56% más que en 2022.
• Este crecimiento se debe principalmente al aumento de los tipos de interés y a la sólida actividad en banca comercial y corporativa.
• Sin embargo, el banco todavía enfrenta algunos desafíos, como la desaceleración económica en China, la geopolítica y el aumento de los costos.

Propietarios:

• HSBC es una empresa pública con acciones cotizadas en las bolsas de Hong Kong y Londres.

• Los principales accionistas del banco son:

  • HSBC Holdings PLC: 33.2%
  • The Vanguard Group, Inc.: 7.8%
  • BlackRock, Inc.: 6.7%
  • State General Reserve Fund (SGRF): 5.4%

 Conclusión:

HSBC es un recuerdo vivo de la rapiña británica y como expandieron la miseria por el mundo. Tanto hoy como en su origen muchas grandes entidades financieras sostienen y viven gracias al narcotráfico, el comercio del opio con China financió un imperio, el nuevo poderío chino quizás piense en cobrarse la deuda.

La sorprendente primera víctima del asedio a Leningrado

Durante la Segunda Guerra Mundial una de las batallas más crueles fue el Sitio de Leningrado.

El 22 de junio de 1941 la Alemania nazi rompió su pacto con la Unión Soviética e invadió el territorio. Hubo tres frentes principales, el sur que avanzaba hacia Ucrania, el centro que apuntaba a Moscú  y el norte que se dirigió rápidamente hacia Leningrado bajo el mando de Von Leeb.

Entre el 25 de agosto y el 8 de septiembre se completó el cerco y éste duraría con mayor o menor intensidad hasta enero de 1944, aunque nunca estuvo cerrado del todo y permitió un limitado refuerzo pero insuficiente para evitar hambrunas en la ciudad.

Una de las mayores curiosidades del asedio, fue que con los primeros ataques sobre la ciudad, se produjeron las primeras víctimas y se dice que esa primera víctima fue en el Zoológico de Leningrado, en el recinto del único elefante del zoo, murió por la explosión de una bomba. En un ataque de bombarderos alemanes las bombas derribaron los muros del recinto y aplastaron a la elefanta Betty (llevaba desde 1911 en el zoo).

No es una historia muy conocida porque damos mayor importancia a las desgracias humanas y esas fueron abundantes en los años posteriores. Pero queda esta nota curiosa, aunque no se sabe si cierta del todo.

Lo único que se sabe es que murió el día previo al comienzo del asedio, el 8 de septiembre, pero aunque la propaganda ha vendido la historia como la de primera víctima puede que haya víctimas anteriores.

La historia queda ahí, la elefanta Betty murió en la gran guerra patriótica.

Un Crimen en la Corte: El Caso Escobedo y Antonio Pérez

La corte de Felipe II, apodada la Corte Negra por su severidad, fue escenario de un turbio caso que mezcló política, ambición y asesinato. En 1578, Juan de Escobedo, secretario de Don Juan de Austria (hermano del rey), fue brutalmente asesinado en las calles de Madrid. Este hecho desató una cadena de acontecimientos que salpicó a altos cargos del reino.

Antonio Pérez, secretario de Felipe II, había sido pupilo del Príncipe de Éboli, uno de los mejores amigos del rey, fallecido hacía unos años. A diferencia de su maestro, Pérez no fue fiel a la monarquía y se dedicó a robar y conspirar. Uno de sus intereses era enfrentar a Juan de Austria con Felipe II.

Para enredar las cosas, consiguió colocar como secretario de Juan de Austria a uno de sus hombres, Juan de Escobedo. Pero este, fascinado por la figura del hermanastro del rey, se cambió de bando y fue fiel a su nuevo señor, intentando desenmascarar a Antonio Pérez.

Antonio Pérez

Para ello, viajaba desde Flandes (donde estaba destinado Juan de Austria como gobernador) hasta Madrid. Pero Antonio Pérez, con cartas falsificadas, convenció a Felipe II de que Juan de Escobedo estaba poniendo a Juan de Austria en su contra y aceptando sobornos. Es decir, acusó a Escobedo de lo que él mismo estaba haciendo.

Felipe II creyó la farsa y autorizó la muerte de Escobedo. Tras un par de fallidos intentos de envenenamiento, envió a seis sicarios que lo mataron a la salida de la casa de la Princesa de Éboli.

La emboscada

La Princesa de Éboli era la viuda del mejor amigo de Felipe II, una Mendoza de las familias más poderosas de Castilla. Se había retirado a un monasterio a la muerte de su esposo, pero lo abandonó después de un par de años para conseguir en Madrid favores para colocar bien a sus seis hijos. Primero casó a su hija mayor con el Duque de Medinaceli y le dio como dote a su hija Ana el coto de Doñana (de ahí el nombre).

Para colocar al resto de sus hijos, se arrimó a Antonio Pérez. No hay pruebas irrefutables, pero todos suponen que fueron amantes. También parece que a Escobedo le gustaba la Princesa. No está claro si ella participó en la muerte de alguna manera o simplemente estaba en medio de la trama.

La familia de Escobedo lo defendió y consiguió una carta incriminatoria contra Pérez. Descubierta la farsa, Felipe II arrestó a Antonio Pérez, pero éste, después de unos años, consiguió fugarse y refugiarse en Aragón acogiéndose a sus fueros. Luego huyó a Francia e Inglaterra, y allí escribiría un libro atacando a Felipe II.

Ana Hurtado de Mendoza de la Cerda (Princesa de Éboli)

 La Princesa de Éboli tuvo peor suerte. Fue encerrada en una cárcel más rígida. Ella estaba buscando favores para sus hijos, y en esa época estaba negociando el matrimonio de una de sus hijas con un miembro de la casa de Braganza. En esos años, el rey de Portugal había muerto en la batalla de Alcazarquivir y había una competencia entre Felipe II y los Braganza por la corona libre. Felipe II sería el vencedor, y al parecer le pareció bastante mal la alianza de la Princesa con ellos. Esta teoría se reafirma porque unos meses después de asegurarse la corona portuguesa, liberó a la Princesa y la dejó retirarse a un convento.

Finalmente, con la fuga de Antonio Pérez, se recrudeció el acoso a la Princesa. Felipe II, rabioso por la fuga, lo pagó con la única que tenía a mano. La Princesa de Éboli tuvo la mala suerte de estar en el peor momento en el lugar equivocado.