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martes, 1 de julio de 2025

Los supervivientes del HMS Hood

El 24 de mayo de 1941, el crucero de batalla HMS Hood, el buque de guerra más grande y el orgullo de la Royal Navy en ese momento, se hundió trágicamente durante la Batalla del Estrecho de Dinamarca. Enfrentándose al acorazado alemán Bismarck y al crucero Prinz Eugen, el Hood fue alcanzado fatalmente. De una tripulación de 1.418 hombres, asombrosamente solo tres sobrevivieron. Aunque los hundimientos provocan gran mortalidad es poco frecuente que haya tan pocos supervivientes.

El HMS Hood iba acompañado del HMS Prínce of Wales un acorazado, mientras el Bismarck iba acompañado del Prince Eugen un crucero pesado, el más débil de los cuatro con diferencia. Aunque el Bismarck era superior a los barcos ingleses el Prinz Eugen era inferior por lo que el combate no estaba desparejado.

El combate fue rápido:

05:49: el Hood ordena abrir fuego sobre el buque que encabeza la formación.

05:52: a 25.000 yardas los buques abren fuergo pero los ingleses se equivocan y no concentran fuego sobre el Bismarck.

05:55: la tercera salva del Bismarck incendia una caja de municiones en la cubierta del Hood. La cuarta salva del Bismarck ahorquilla el Hood.

06:00: distancia 14.000 yardas, la quinta salva del Bismarck atraviesa la coraza del Hood y alcanza un pañol del pólvora. El Hood vuela por los aires.

06:02: los alemanes cambian el blanco al Prince of Wales.

06:13: alcanzado por varios impactos el Prince of Wales rompe contacto y huye, los alemanes más rápidos no lo persiguen.

Los Afortunados: Testigos de la Catástrofe

Estos son los tres hombres cuyas vidas se salvaron milagrosamente de las profundidades:

Guardiamarina William J. Dundas: Como el oficial más joven a bordo, Dundas se encontraba en la plataforma de la brújula, una posición relativamente expuesta que, irónicamente, le ofreció una mínima posibilidad de escape.

Marinero Edward "Ted" Briggs: También en la plataforma de la brújula. Su testimonio fue vital para comprender los últimos instantes del buque. Expresó su deseo de que la campana del Hood, recuperada en 2001, sirviera como un monumento perdurable a la tripulación perdida.

Marinero Robert E. Tilburn: Tripulaba un cañón antiaéreo de 4 pulgadas en la cubierta de botes del barco. Su relato también proporcionó detalles desgarradores sobre la vertiginosa velocidad del hundimiento.

Los tres sobrevivieron a la guerra.

El Relato de un Hundimiento Fulminante

Los testimonios de Dundas, Briggs y Tilburn coinciden en la extrema rapidez con la que el Hood se sumergió tras recibir un impacto crítico del Bismarck. Se cree que un proyectil de 15 pulgadas penetró el blindaje más delgado del Hood y detonó en el polvorín de los cañones de 4 pulgadas. Esta explosión, a su vez, provocó una detonación catastrófica en el polvorín de las torretas traseras de 15 pulgadas.

El buque se partió en dos y desapareció bajo las olas en menos de tres minutos, arrastrando consigo a casi toda su tripulación. La velocidad del hundimiento fue la causa del escaso número de supervivientes, un récord negro en la historia naval.

La supervivencia de estos tres hombres fue un verdadero milagro, ya que sus posiciones en el barco les brindaron una mínima oportunidad de escapar del voraz hundimiento. Sus relatos, aunque escasos, han sido fundamentales para reconstruir los terribles momentos finales del HMS Hood y rendir un emotivo homenaje a los casi 1.400 valientes que perdieron la vida en esta tragedia naval.

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