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lunes, 25 de febrero de 2013

EL CIERRE DE LAS FÁBRICAS DE ARMAS DE OVIEDO Y TRUBIA

Durante estos días estamos viviendo del debate del cierre de las fábricas de armas en Asturias, más despidos, más paro y las declaraciones de políticos y sindicatos sobre la pérdida de puestos de trabajo y demás problemática social. Yo quería darle otro enfoque, y verlo como una pérdida de tecnología y de cierta independencia respecto a otros países, sin hacer de menos del drama de los trabajadores.

Las empresas de armamento es algo íntimamente ligado a lo política de defensa de un estado. Normalmente diseñas y fabricas tu propio armamento o fabricas armamento bajo patente de otro país. Otra opción es comprar armamento a otros países.

No vamos a entrar en el debate de si España necesita o no un ejército. Asumiremos que tenemos uno y este debe estar convenientemente armado. En el año 2000 el gobierno de Aznar vendió la industria de armas a la empresa norteamericana General Dynamics. Entre las razones estaba la supervivencia y rentabilidad de la empresa. Ahora vemos los cierres, y no sólo en Asturias también en La Coruña. Lo que deja al descubierto la falsedad o torpeza en la privatización de la empresa.

No pocos opinan que detrás de la compra por parte de General Dynamics estaba el contrato que tenía Santa Bárbara de fabricación del carro de combate alemán Leopard, principal competidor en los mercados del M1 de General Dynamics. Hubo un tira y afloja posterior de los alemanes para preservar su tecnología y que esta no pasara a General Dynamics.

Con el paso del tiempo se ha visto que General Dynamics no tenía interés en el desarrollo de Santa Bárbara, lo que es lógico, la industria militar está muy ligada a cada país, los grandes estados tienen su propia industria de defensa, y la venta de armas es tanto un negocio como una forma de diplomacia y de ganar amigos e influir sobre ellos.

España tiene sus limitaciones, no es una país suficientemente grande para tener una industria militar autónoma, ni tiene una red de países satélites que ayude. Pero hay varios niveles en la industria de armamento, hay armamento caro, sofisticado y por lo tanto poco rentable para un país pequeño, como aviones, barcos y vehículos acorazados. Aunque nuestra industria naval sobrevive.

Pero está la industria de armamento ligero, pistolas, fusiles, morteros, artillería, dónde si nos podemos defender. Quizás se debería haber redimensionado Santa Bárbara en vez de venderla y dedicarnos a lo que sí era sostenible, si se puede mantener la industria militar naval no hay razón para no tener una industria de armas ligeras.

La opción que se tomó fue venderlo todo, quedarnos sin nada, y ahora vemos el resultado; trabajadores especializados que se van al paro en un país que avanza firme hasta el 30% de tasa. Otro ejemplo más de la falta de visión y planificación de nuestros dirigentes. Y un nuevo paso hacia una industria de baja tecnología y míseros salarios. Como es habitual, Rajoy y el gobierno central no abren la boca, aunque el gobierno regional tampoco es que proteste mucho, lo justo para salvar la cara.

Aquí no se planifica nada, las cosas se hacen sin pensar, y poco a poco la industria desaparece. Sólo os pido que penséis, en los países punteros en el mundo; y ahora contestad a una pregunta ¿tienen industria de armamento propia?.

Soy de la opinión de que necesitamos industria militar propia, venderla fue un error, y dar marcha atrás con un gobierno endeudado hasta las cejas parece imposible. Pero soy de los que piensa que la industria militar nos guste o no es lo que marca la diferencia entre una país de primera y uno de segunda. Cuando un país se desarrolla, desarrolla también una industria de defensa, a no ser países muy pequeños y España no lo es.

Quizás el cierre de estas fábricas no es más que otro síntoma de nuestro declive, y lo que nos espera al final del camino, no parece ser el primer mundo.

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