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martes, 8 de octubre de 2019

El Parlamento Europeo equipara los crímenes del comunismo a los del nazismo.

El pasado 19 de septiembre el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre la importancia de la memoria histórica para el futuro de Europa. Aquí ya tenemos una muy famosa pero la del Parlamento Europeo no ha llegado a los grandes medios. La razón es simple, Europa equipara los crímenes del comunismo a los del nazismo y considera igual de grave darle una calle a Franco que a la Pasionaria.


La resolución recomienda entre otras cosas:

Pone de relieve que la Segunda Guerra Mundial, la guerra más devastadora de la historia de Europa, fue el resultado directo del infame Tratado de no Agresión nazi-soviético de 23 de agosto de 1939, también conocido como Pacto Molotov-Ribbentrop, y sus protocolos secretos, que permitieron a dos regímenes totalitarios, que compartían el objetivo de conquistar el mundo, repartirse Europa en dos zonas de influencia;

Pide una cultura común de memoria histórica que rechace los crímenes de los regímenes fascistas y estalinistas, y de otros regímenes totalitarios y autoritarios del pasado, como medio para fomentar, en particular entre las generaciones más jóvenes, la resiliencia ante las amenazas modernas que se ciernen sobre la democracia; anima a los Estados miembros a promover, a través de la cultura en general, la educación relativa a la diversidad de nuestra sociedad y nuestra historia común, incluida la enseñanza de las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, como el Holocausto, y la deshumanización sistemática de sus víctimas durante años;

Señala que en algunos Estados miembros siguen existiendo en espacios públicos (parques, plazas, calles, etc.) monumentos y lugares conmemorativos que ensalzan los regímenes totalitarios, lo que facilita la distorsión de los hechos históricos sobre las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial y la propagación del sistema político totalitario;

Recordemos que con la expansión al este se han unido a la Unión Europea numerosos países que fueron ocupados por los Soviéticos tras la Segunda Guerra Mundial y donde la imagen que se transmite en España de los comunistas como libertadores no existe, siendo considerados como una potencia ocupante que se quedó con parte de Polonia, invadió Letonia, Estonia y Lituania; y cuando el pueblo se rebeló contra los gobiernos títeres envió los tanques a Checoslovaquia y Hungría.

En España han aparecido críticas a este resolución en el diario Público y de Alberto Garzón, entre otros. Pero bueno estamos acostumbrados a que vean la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. Tanto escarbar en los cadáveres de los demás han revuelto los suyos. Afortunadamente para ellos es una resolución no vinculante, es decir, es una recomendación no una obligación, así que podrán seguir como ahora condenando a unos y ensalzando a los suyos, lo único que cambiará es que cuando se les llame hipócritas no podrán ofenderse.

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