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sábado, 2 de noviembre de 2013

MBA: ¿FORMANDO MALOS DIRECTIVOS?

Una formación tipo para la dirección de empresas es el MBA. Pero ¿realmente sirve para algo?. Hay mucha gente que opina que no, se forma mal y lo que es peor a gente inadecuada.

Gente inadecuada

Sobre la dirección hay dos ideas generalizadas, una que dirigir es algo comparable a diseñar un puente, unas herramientas, unos cálculos y se hace. Otra que es más un arte innato, es decir, que no surgen ingenieros o abogados innatos, pero todos conocemos líderes innatos.

Para los programas MBA, se selecciona a la gente por su expediente académico o test de inteligencia, y un par de años de experiencia. Pero en general es gente joven que nunca ha dirigido y que busca llegar a puestos directivos y bien remunerados lo más rápidamente posible, algunas escuelas venden sus programas como una pista rápida hacia el éxito, hacer el curso y director de la empresa, y de cualquier empresa da igual el sector. En resumen gente ambiciosa que sólo quiere medrar a costa de lo que sea, realmente ese es el perfil de un MBA tipo.

Supongo que sabréis que la banca de inversión tiene salarios altos y ahí es a donde van los MBA, en general no acaban de directivos en una empresa, no tendrían ni idea, para eso hay que conocer el negocio.

Mala formación

La formación del MBA consiste en teoría dentro de las áreas funcionales de la empresa (marketing, finanzas, contabilidad, etc), normalmente se forma preparando casos, que sería el sistema de Harvard. Con estos casos se simulan la toma de decisiones y se hacen de un día para otro simulando quizás el stress. No se usa la experiencia de los alumnos, entre otras razones porque es escasa y porque realmente las personas que estudian un MBA quieren cambiar de trabajo y probablemente de sector.

El problema es que todo está guiado por el profesor que está en el centro y al que todos miran, no parece ser la mejor idea para formar un líder. La idea que transmiten es que un directivo es alguien que está arriba aislado del resto tomando decisiones a partir de informes (los casos).

De hecho los MBA tienen fama de arrogantes, son gente con elevada confianza en sí mismos, la resolución de casos les hace creer que pueden tomar decisiones a partir de un informe de unas pocas páginas y acertar. En cambio no tienen grandes habilidades directivas. Se convierten en gente peligrosa en una organización. Ya sabéis, no hay nadie más peligroso que el que no sabe lo que no sabe. Henry Mintzberg dice que si las escuelas de negocios estuvieran haciendo bien su trabajo, los MBA serían famosos por su humildad no por su arrogancia.

El resultado

Los estudios demuestran que las empresas guiadas por MBA tienen peor comportamiento que la media; y que realmente un MBA donde funciona mejor es un área funcional, como analista y no como directivo.

La mayoría de los MBA acaban en bancos de inversión o en consultoría; no de directivos. Quizás porque un directivo se tiene que implicar con la empresa a largo plazo y la consultoría sólo aconseja y no se queda para ver el resultado.

Hay una cosa que une a los grandes escándalos financieros de los últimos años, tipo Enron y similares, sus órganos de dirección estaban llenos de MBA, toda la crisis que padecemos por la burbuja americana, realmente parece ser debida a la implantación del estilo MBA de visión cortoplacista y sacar cuanto más dinero mejor, el directivo MBA se va de la empresa forrado pero ésta queda al borde de la quiebra. O el caso de Apple, se contrató a un MBA proveniente de la Coca-Cola que echó a Jobs y llevó a la empresa al borde de la quiebra.

Conclusiones

Existe al opinión generalizada que un MBA es una buena opción para mejorar salarialmente, y que contratar a un MBA para dirigir una empresa es un buen camino para hundirla. La razón del éxito es por incompetencia generalizada. Un MBA es seleccionado por sus buenas notas, prestigio de la escuela. Si sale malo, dirás que es culpa de la escuela. Es la pescadilla que se muerde la cola, elegimos a MBAs para cubrirnos las espaldas si fallan. El problema es que suelen fallar. Aunque quizás el verdadero problema sean los encargados de personal que no saben lo que necesitan.

Para profundizar en el tema recomiendo el libro de Henry Mintzberg “Directivos, no MBAs”.


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