Ayer la selección española de fútbol
jugó en Guinea Ecuatorial. La roja ha visitado un país regado por
el rojo de la sangre que vierte Obiang con su salvaje represión y su
expolio de la riqueza del país. Todo esto ha levantado ampollas en
la opinión pública internacional, aunque aquí en España, parece
que todo da igual.
Un país con una renta per cápita
superior a 17.000 dólares que vive como un país de 1.000, por la
sencilla razón que todo es para el corrupto dictador y su casta
dirigente. Uno a veces piensa que debemos mirar a países así para ver nuestro futuro.
Teodoro Obiang Nguema era sobrino del
antiguo dictador, y uno de sus torturadores, en 1979 derrocó y
asesinó a su tío, para convertirse en un dictador aunque un poco
menos cruel y sanguinario. Fue educado en España, donde tenía fama
de mujeriego y apodaban “pichalarga”, de vuelta a casa crió fama
de violador, desde niñas hasta esposas de sus ministros, o esto es
lo que cuentan los opositores
Tiene multitud de hijos tanto legítimos
como ilegítimos, muchos con esposas de parientes y ministros,
algunos de sus hijos como su futuro heredero Teodorín, son ministros
u ocupan altos cargos.
Durante sus primeros años, aunque
mantuvo la dictadura abrió el régimen en política exterior, pasó
a usar el Franco CFA como el resto de la ex-colonias francesas, en
1994 la aparición de petróleo hizo que las potencias occidentales
dentro de su habitual coherencia miraran para otro lado. Para
mantener cierta apariencia democrática admitió un partido opositor
pero a los pocos años encarceló a su dirigente Severo Moto. El
partido de Obiang ha ganado las elecciones en los años 1996, 2002,
2004, 2008 y 2009 con una clara diferencia de 99%, 100%, 98%, 97% y
99% del total de los votos respectivamente, resultados que dejan duda
alguna sobre la limpieza del proceso.
Hubo un intento de golpe de estado en
2004, dirigido por Simon Mann y Nick du Toit, según Simon Mann
apoyado desde España por Aznar, y en principio también con el visto
bueno de Sudáfrica donde se reclutaron los mercenarios, aunque fue
un fracaso y los golpistas capturados. La idea era poner a Severo
Moto en el poder. Mark Thatcher el hijo de Margaret Thatcher estaba
implicado en la trama.
Obiang ha sacado millones de su país,
pero Francia y Estados Unidos que lo soportaban por el petróleo han
empezado a abandonarle. Se han incautado parte de sus bienes y se ha
intentado detener a su hijo, la justicia francesa lo tiene en busca y
captura. Quizás haya influido que en los últimos años Obiang se ha
acercado a China. Ante el cerco internacional, la visita de la
selección española es un balón de oxígeno que sin duda el régimen
sabrá aprovechar.
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