Uno no sabe a que juega el FMI,
llevan varias semanas descolgándose del resto de los acreedores y
pidiendo una quita o una reestructuración de la deuda, alegando que
la deuda es impagable. Todo esto suena muy bien y muy razonable, pero
no debemos olvidar que en junio cuando Grecia había llegado a un
acuerdo con la Unión y se pasó al visto bueno de los acreedores,
entre ellos el FMI, fue este “razonable” FMI el que torpedeó el
acuerdo y empujó a Grecia a las medidas desesperadas como la
convocatoria del referéndum que ya sabemos como acabó.
La impresión que produce el FMI es
el de un organismo dedicado a sembrar confusión y a desestabilizar.
En estos días está proponiendo más copagos para sanidad y
educación en España, lo que contrasta con su nueva visión del
problema griego.
Uno no puede dejar de pensar, que
esta gente del FMI o son una pandilla de inútiles que no valen para
nada y no saben lo que dicen, o están a sueldo de una potencia
extranjera que quiere desestabilizar Europa, llevando la contraria y
empujando a unos contra otros.
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