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viernes, 17 de julio de 2015

LA POLÉMICA DE LOS PRESUNTOS CRÍMENES DE GUERRA DE EISENHOWER

Durante la Segunda Guerra Mundial se cometieron muchos crímenes, algunos bien conocidos como los cometidos por los derrotados, que aunque hemos visto y leído muchas veces no dejan de sorprender y escandalizar.

Pero hay otros que apenas han trascendido y que se mantienen escondidos como un tabú, de los que nadie habla y de los que es difícil encontrar información. Entre ellos están los crímenes de los vencedores inferiores en crueldad, pero crueles al fin y al cabo. Y luego está el caso que nos trae hoy, los supuestos crímenes de Eisenhower que han enfrentado a los investigadores.

En los años previos a la Primera Guerra Mundial, se firmaron las célebres convenciones de Ginebra sobre el trato a los prisioneros, dónde se garantizaba que los prisioneros serían retenidos en barracones o instalaciones similares a los de la tropa, con la misma alimentación, que se les permitiría enviar cartas y ser visitados por la Cruz Roja.

Hacia marzo de 1945 con la guerra en Europa dando sus últimos coletazos los norteamericanos se sacaron de la manga la condición Fuerzas Enemigas Desarmadas (FED), la idea partió de Eisenhower, con esta denominación se excluyó a las tropas capturadas en los últimos meses de la convención de Ginebra y de la condición de prisioneros de guerra, y por órdenes de Eisenhower se recluyó a millones de prisioneros en campos sin instalaciones, sin comida y sin el control de la Cruz Roja.

Los ingleses no participaron en esta acción y trataron a sus prisioneros según las convenciones internacionales. Al parecer Patton desobedeció la orden y ordenó liberar a los prisioneros en cuanto se firmó la rendición, pero en gran parte del frente americano se respetaron las órdenes de Eisenhower.

La cifra de muertos es variable, las cifras oficiales tanto en Estados Unidos como en Alemania dan un número de entre cinco y diez mil muertos, los cual es normal teniendo en cuenta el número de prisioneros. Pero hay otras fuentes que elevan esta cifra a entre 800.000 y un millón, lo cual tiene otro nombre. Es una historia controvertida, para algunos un crimen de guerra, para otros un invento y una hábil manipulación de cifras. Veamos los argumentos de cada uno.

El criminal Eisenhower

Unos de los investigadores que apoyan estas segundas cifras es James Bacque en su libro “Otras pérdidas”. Al parecer si se hace recuento de las bajas alemanas en los archivos y las bajas reales, faltan un millón de soldados alemanes, lo cual es una cifra demasiado alta para explicarla como un problemilla de cuadrar números, teniendo en cuenta lo meticulosos que son los alemanes.

Hay testimonios individuales de soldados en esos campos que confirman la inexistencia de alimentación regular, letrinas e incluso barracones. También hay testimonios de como se detuvo la comida que enviaba la Cruz Roja desde Suiza.

Pero también se sabe que no existen archivos, no se guardaron o fueron destruidos, y nunca se investigó. En la práctica Alemania Occidental se convirtió en una colonia americana y Alemania Oriental en una colonia rusa. Rusos y americanos se echaron la culpa de los alemanes desaparecidos. El tiempo ha borrado los rastros y hasta los recuerdos.

Eisenhower descendiente de judíos emigrados desde Alemania en el siglo XIX, siempre fue famoso por su odio a los alemanes y nunca lo ocultó.

Bacque simplemente malinterpreta los datos

Los defensores de Eisenhower, han atacado las cifras de Bacque y su falta de seriedad, recalcando que no se trata de un historiador profesional, aunque no han resultado tan convincentes como se podía esperar.

Alegan que la diferencia de cifras se debe a los Volkssturm, estos eran tropas auxiliares reclutadas a última hora entre mayores de 60 y menores de 16. No se les liberó con un alta formal y se calcula en torno a los 600.000 su número. Estas fuentes elevan las muertes en los campos americanos a 35.000, un 3% de los prisioneros, se considera normal 1-2% de los prisioneros, vemos que las cifras son un poco más elevadas de lo normal pero nada preocupante.

Respecto a los trenes de comida de la Cruz Roja, estos se devolvieron para destinarlos a la población civil. Y los defensores de Eisenhower alegan que aunque los suministros del ejército eran de sobra para las tropas, no lo eran para la población civil y la media de calorías consumidas por los prisioneros alemanes era de 1.550 la misma cantidad que recibían los parisinos de promedio.

Tampoco encuentran lógico que no hayan aparecido fosas comunes o similares. Preguntan por los cadáveres ¿dónde están las supuestas víctimas?.

Intentando ver algo de luz

Aunque los defensores de Eisenhower tiran por tierra los argumentos de Bacque, no los aplastan completamente. Finalmente admiten más muertos que las cifras oficiales, pasamos de 5.000-10.000 muertos a 35.000. Los testimonios los consideran como casos aislados, brutalidad de algunos captores que era la excepción y nunca la norma. La posible responsabilidad de Eisenhower podría ser inexistente o en caso contrario muy difícil de probar.


Como siempre la verdad estará a la mitad. Nadie cree que hubiera un genocidio premeditado, pero en algunos campos si se cometieron crímenes que nunca se investigaron, y que las autoridades taparon e incluso probablemente alentaron, sino ¿que función tenía la figura de Fuerzas Enemigas Desarmadas?, ¿para qué crearla?. Aunque todo pudo ser mala organización, más prisioneros de los que se esperaba. Pero como siempre nunca sabremos la verdad y cuando no hay archivos ni información la gente tiende a pensar que se oculta algo e imaginar conspiraciones.

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