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martes, 2 de junio de 2015

EL ENIGMA HESS

He leído el libro “El Enigma Hess” de Martin Allen, y la teoría que defiende es que Hess iba realmente a buscar un acuerdo de paz con los ingleses. Todos pensábamos que estaba loco, que era una teoría rebuscada y ridícula pero al final va a resultar cierta. En mayo de 1941 Rudolf Hess lugarteniente de Hitler viajó en avión a Escocia, nunca se ha aclarado el hecho, la versión oficial que se ha mantenido siempre es la del ataque de locura. Según Martin Allen no es así.

Al parecer Alemania no quería una guerra contra Francia y Reino Unido, y la oferta era bastante generosa, como punto de partida ofrecían abandonar todos los países ocupados excepto Polonia y negociar las colonias de ultramar.

Los ingleses mantuvieron las ofertas en secreto, no les interesaba que se supiera, con esas condiciones sería difícil justificar la continuación de la guerra. Y tampoco querían una paz que diera tiempo a los nazis para volverse más fuertes y organizar un imperio en el este de Europa. El servicio secreto inglés mantuvo la ficción (una facción pacifista que destituiría a Churchill y firmaría la paz) de la negociación para engañar a los alemanes y ver si se animaban a un ataque a Rusia abriendo así un segundo frente que les llevaría a la derrota, la táctica les salió bien y los alemanes no remataron a los ingleses y se desviaron hacia Rusia.

El día del viaje los ingleses esperaban a un emisario alemán, tenían encendidas las luces del aeródromo en Escocia e incluso a un par de Hurricanes que interceptaron el Me-110 de Hess se les ordenó volver, pero al final apagaron las luces del aeródromo y Hess se extravió y acabó saltando en paracaídas. ¿Cuál fue la razón?

La explicación es simple, los ingleses esperaban a un emisario de menor nivel, Ernst Bohle, pero cuando descubrieron que venía Hess les entró el pánico. Ellos no pensaban negociar en serio, hablarían y pedirían algo complicado que el emisario debería consultar con Berlín y así seguirían con el juego unos meses más. Pero cuando descubrieron que venía Hess eso ya no valía, Hess era el segundo al mando y tenía poderes ejecutivos, ya no habría que consultar con Berlín era Berlín el que venía y se descubriría su juego.

El asunto de la locura estaba planeado de antemano, a Hitler no le interesaba que se conocieran las negociaciones a no ser que llegaran a buen término, así que Hess y Hitler habían acordado que si las cosas salían mal la locura sería la tapadera que salvaría la cara de Hitler.

Quizás este sea el fin del misterio o quizás no sea la versión definitiva.

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