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martes, 26 de agosto de 2025

El engaño de la tarjeta "personalizada" de la CTA: un saldo que se esfuma

Ya llevamos varios meses con la nueva tarjeta "personalizada" de la CTA (Consorcio de Transportes de Asturias). Nunca me ha convencido la idea de vincular un nombre y un DNI a una simple tarjeta de autobús.

Además, el método para conseguirla es bastante complicado, ya que te obliga a tener un teléfono inteligente. Esto la hace poco accesible para todos los públicos, especialmente para aquellos que prefieren mantenerse al margen de las nuevas tecnologías. Para ellos, la única opción es ir a pie.


Sin embargo, lo verdaderamente absurdo de este sistema se hace evidente cuando pierdes la tarjeta. La aplicación dispone de una sección de incidencias aunque aparece una opción para pérdida y extravío siempre me daba error indeterminado. En ese momento, uno entiende la bajísima calificación de la aplicación en la Android Store (2,2).

Al final, conseguí anularla a través de la sección de incidencias generales. Sólo perdí un viaje, la tarjeta aunque es personalizada la puede usar cualquiera.

Cuando la tarjeta es personalizada, uno espera que el saldo se recupere, una vez descontado el coste de la nueva tarjeta (2 €). Sin embargo, de los 6 € que me quedaban, sólo "sobrevivió" uno.

Pregunté por correo electrónico si el saldo se podía conservar y todavía estoy esperando la respuesta.

Aunque es más económico viajar con ella que sin ella, mi consejo es que no metas mucho dinero. El cuento de la "personalización" no te protegerá el saldo y toda esta parafernalia solo sirva para controlar por dónde se mueve la gente y tenerte controlado si es necesario.

Felicidades a la CTA. No lo podrían haber hecho peor para el ciudadano. Como siempre la administración asturiana velando por el ciudadano (La CTA es un ente público).


martes, 12 de agosto de 2025

La izquierda anti-católica

Estas semanas hemos vivido un nuevo escándalo en el que la izquierda ha dejado ver su doble rasero respecto al catolicismo y al islam.

El acuerdo del Ayuntamiento de Jumilla, aprobado en un pleno, establece que las instalaciones deportivas municipales solo pueden ser utilizadas para actividades deportivas o actos organizados por la corporación local. El texto aprobado por el PP modificó una propuesta inicial de Vox, que pedía la prohibición de celebraciones como la Fiesta del Cordero y otras "conmemoraciones similares ajenas a nuestras tradiciones". Aunque el acuerdo final eliminó las referencias directas a festividades islámicas, su aplicación tiene un impacto directo en la comunidad musulmana local.

Por supuesto la izquierda ha entrado en cólera, la matización del PP es inteligente, de esa forma no incumplen leyes ya que eliminan la discriminación. En la práctica solo parece afectar a los musulmanes los únicos que se aprovechaban de las instalaciones.

Pero la izquierda queda en mal lugar porque si hubiese sido una celebración católica hubieran aplaudido la prohibición, pero parece que su aconfesionalidad es realmente anticatolicistmo, cada día se parecen más a los nazis.

Existe la percepción de que la izquierda evita cuestionar ciertos aspectos del islam o las prácticas de algunas comunidades musulmanas por miedo a ser acusada de islamofobia o racismo. Este temor, según los críticos, la ha llevado a una parálisis ideológica que le impide defender sus propios principios laicistas y feministas cuando estos entran en conflicto con ciertas manifestaciones culturales o religiosas islámicas.

La crítica del doble rasero sostiene que la izquierda, que históricamente ha luchado contra el poder de la Iglesia Católica en defensa de la laicidad, la igualdad y el progreso, se muestra más laxa y tolerante con el islam, ignorando los posibles conflictos que algunas de sus prácticas o dogmas pueden generar con esos mismos valores. 

Lo anterior en la práctica equivale a luchar por sustituir los católicos por los musulmanes. Para ser coherente deberían luchar contra ambos.

martes, 5 de agosto de 2025

Dumping fiscal

Tenemos a Illa criticando la fiscalidad de Madrid y tachándola de insolidaria, él que lucha por el cupo catalán para no contribuir a las necesidades del resto. Hay que tener el rostro de cemento.

En un país donde las televisiones, para criticar a ciertos jueces, llevan a uno condenado por prevaricación (Garzón), hemos pasado a sacar a gente que critica la política fiscal de Madrid, pero que defiende que País Vasco y Cataluña tengan un régimen especial y una mejor financiación que el resto. Y encima presumen de socialistas y progresistas. No sé lo que serán, pero de izquierdas no, realmente son ultraliberales. Los pobres financian a los ricos.

Todo esto, con el cupo catalán a imitación del vasco, nos lleva a recordar que estos últimos fueron condenados por dumping fiscal por la Unión Europea debido a las "vacaciones fiscales" entre 1995 y 2000. Tuvieron que pagar una multa millonaria que adelantaron todos los contribuyentes españoles y que el País Vasco compensó con el cupo en los 15 años siguientes, supongo que sin intereses. Y ya sabemos cómo es el cupo vasco: en función de la necesidad de sus votos en el parlamento, sube o baja.

Si algo permite el dumping fiscal son los cupos. Al fin y al cabo, nos guste o no, Madrid sólo tiene las ventajas de la capitalidad. Quizás algunos quieran mover la capital a Barcelona y que el resto seamos sus colonias.