Tenemos a Illa criticando la fiscalidad de Madrid y tachándola de insolidaria, él que lucha por el cupo catalán para no contribuir a las necesidades del resto. Hay que tener el rostro de cemento.
En un país donde las televisiones, para criticar a ciertos jueces, llevan a uno condenado por prevaricación (Garzón), hemos pasado a sacar a gente que critica la política fiscal de Madrid, pero que defiende que País Vasco y Cataluña tengan un régimen especial y una mejor financiación que el resto. Y encima presumen de socialistas y progresistas. No sé lo que serán, pero de izquierdas no, realmente son ultraliberales. Los pobres financian a los ricos.
Todo esto, con el cupo catalán a imitación del vasco, nos lleva a recordar que estos últimos fueron condenados por dumping fiscal por la Unión Europea debido a las "vacaciones fiscales" entre 1995 y 2000. Tuvieron que pagar una multa millonaria que adelantaron todos los contribuyentes españoles y que el País Vasco compensó con el cupo en los 15 años siguientes, supongo que sin intereses. Y ya sabemos cómo es el cupo vasco: en función de la necesidad de sus votos en el parlamento, sube o baja.
Si algo permite el dumping fiscal son los cupos. Al fin y al cabo, nos guste o no, Madrid sólo tiene las ventajas de la capitalidad. Quizás algunos quieran mover la capital a Barcelona y que el resto seamos sus colonias.