Las guerras son crueles, y la lucha en el frente más, llega a tales extremos que los soldados no la soportan. Actualmente se están desarrollando técnicas para reducir la fatiga de combate y facilitar la readaptación a la vida civil intentando reducir sus traumas.
Lo anterior es una historia que viene de antiguo, es conocido que las tropas alemanas arrasaron Europa bajo los efectos de las metanfetaminas (pervitín), que su valor y resistencia en combate se puede explicar por ellas, los soldados americanos tenían muchos más episodios de fatiga en combate que los alemanes y eso que iban ganando. Los rusos usaron el hongo Amanita Muscaria, los americanos viendo lo anterior en Vietnam usaron dextroanfetamina.
Y por supuesto la Guerra Civil Española no estuvo exenta de dichos métodos, pero en España las cosas siempre han sido menos sofisticadas, más de andar por casa. Se empleó por ambos bandos el “saltaparapetos”(ya se usaba en las campañas de África), no era más que emborrachar a los soldados, se les daba un coñac o brandy si somos estrictos para animarlos antes de la batalla, a veces se sustituía por algún aguardiente de la zona, era cuestión de coger el punto y las balas parecían menos peligrosas.