Con el buen recuerdo de la película estos días he leído la novela de “La princesa prometida”. Si sois seguidores del blog a estas alturas habréis descubierto que me gusta comparar películas y novelas para ver las diferencias.
No he encontrado grandes diferencias, la película calca la historia incluyendo los diálogos. Solo hay dos cambios.
En la película se cuenta como un libro que un abuelo lee a su nieto enfermo. En la novela un escritor reescribe la novela que le leyó su padre de niño eliminando las partes más pesadas. Me gusta más el enfoque de la película.
La novela añade dos capítulos uno al principio donde cuenta como el escritor conoció la novela y decidió reescribirla. Y otro al final donde cuenta algunos detalles de los personajes antes y después de la historia. Me resultaron aburridos. Prefiero como deja las cosas la película.
En la película se cuenta como un libro que un abuelo lee a su nieto enfermo. En la novela un escritor reescribe la novela que le leyó su padre de niño eliminando las partes más pesadas. Me gusta más el enfoque de la película.
La novela añade dos capítulos uno al principio donde cuenta como el escritor conoció la novela y decidió reescribirla. Y otro al final donde cuenta algunos detalles de los personajes antes y después de la historia. Me resultaron aburridos. Prefiero como deja las cosas la película.
No hay sorpresas en la lectura de la novela, la película es bastante fiel quizás en exceso, pero me ha gustado más la película, realmente hace lo mismo que el escritor de la novela quita las partes aburridas que no aportan nada. Realmente cuando lees la novela siempre encuentras cosas interesantes que no tuvieron cabida en la adaptación al cine, este no es el caso y la película resulta más ágil.
Si os gustó la película encontraréis entretenida la novela, pero sinceramente no os perdéis nada.
Si os gustó la película encontraréis entretenida la novela, pero sinceramente no os perdéis nada.
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