1. Imposibilidad de reproducción: el candidato debe quedar estéril, si ha muerto no es problema, pero algunos opinan que te invalidaría el hecho de tener descendientes vivos, la idea es que sus genes no se puedan transmitir.
2. Asombrosa falta de sensatez: debe haber una clara imprudencia corriendo riesgos innecesarios.
3. El daño se debe hacer sobre uno mismo, no vale matar a otra persona.
4. La persona debe estar en su sano juicio, no se incluyen locos o menores de edad (el límite de edad es la obtención del carnet de conducir).
5. El hecho debe ser verificado, se eliminan así rumores o leyendas urbanas.
El premio no tiene ceremonia oficial y se conoce por intercambios de correos por internet, nació hacia 1985 en los servicios de Usenet. Hay varios libros editados e incluso una película. Os pongo unos ejemplos para que veáis el nivel de algunos premiados:
- Un joven egipcio de 17 años de edad trató de salvar una gallina que había caído en un pozo, pero en el intento cayó dentro. Varios de sus hermanos trataron de ayudarlo y también cayeron. Dos personas de edad avanzada al socorrerlos corrieron la misma suerte. Finalmente los cuerpos sin vida de las seis personas fueron sacados del pozo, afortunadamente la gallina fue rescatada viva.
- Un suizo decidió seguir una dieta basada exclusivamente en alimentarse de los rayos del sol, que según decía le proporcionarían todos los nutrientes necesarios. Lógicamente murió de hambre, no se sabe de dónde sacó la idea.
- Un hombre fue aplastado hasta morir por una máquina expendedora de bebidas de la que intentaba sacar un refresco gratis. Lo extraordinario del caso es que el informe de la policía reflejó que tenía aproximadamente 3 $ en monedas y aproximadamente 25 $ en billetes en su bolsillo.
- Un herrero de Rusia había utilizado una bala grande (como las de los tanques) como yunque durante diez años. Un día explotó matándolo.
- Un hombre en Pakistán se presentó voluntario para que un hombre santo le resucitase. Delante de una muchedumbre, Muhammad Niaz, de 40 años, se dejó atar sobre una mesa para que el sacerdote lo degollase (obviamente para poder resucitarlo había que matarlo previamente). Muhammad Sabir, el sacerdote, después de asesinarle pronunció varias palabras mágicas, pero ante su sorpresa el muerto no revivió. Escapó corriendo y fue capturado finalmente por la policía.