Han pasado unos días de la debacle de
nuestra selección en el mundial de baloncesto, de nuestro particular
maracanazo, del sueño de la final contra EE.UU., del sueño de una
victoria, se ha pasado a la pesadilla de perder con Francia, un buen
equipo pero al que habíamos ganado con claridad una semana antes
(88-64).
Y aunque haya dejado pasar unos días
para ver las cosas con claridad y no opinar en caliente, las cosas no
cambian mucho. Orenga nunca gustó como seleccionador, se le criticó
su falta de experiencia, nunca ha entrenado a nadie. Pero realmente
la culpa no es de él, cuando alguien recibe un encargo de categoría
y no está avalado por una trayectoria, la culpa es de la persona que
le da el puesto, Pepe Sáez el presidente de la federación, el
cacique del baloncesto español; nombra a sus amigos y así nos ha
ido.
Ahora se sacrificará a Orenga como
mucho y se pondrá a otro amiguete, ya se rumorea Sergio Scariolo,
mejor historial que Orenga pero no hay que olvidar que con él casi
nos eliminan en la primera fase del europeo del 2009, luego se ganó
el campeonato pero el sufrimiento y las canas que nos salieron se
quedaron.
Han llegado al descaro de poner como
ejemplo la selección de fútbol en la que se mantuvo a Del Bosque,
olvidan que eso no es un ejemplo a seguir. Demasiada costumbre de no
dimitir y no admitir responsabilidades en este país, todos somos muy
buenos y son las circunstancias lo que nos hace fracasar, así nos va
en este país.
Como mucha gente ha dicho esto solo
tiene una solución decente, que el señor Sáez cese a Orenga y
luego dimita. Esta generación ya la hemos perdido, Pau, Navarro,
Calderón y Reyes ya están en los 33-34 años ya no aguantarán
temporadas tan largas, vienen años duros y si hasta ahora las
incompetencias del entrenador se tapaban con la calidad de los
jugadores, ya os podéis imaginar lo que pasará cuando falte la
calidad en los jugadores.
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