Estos días han recorrido los
telediarios las imágenes del ataque químico del régimen sirio
contra los rebeldes. La comunidad internacional arde de indignación
y están dispuestos a tomar medidas contra ese cruel gobierno que ha
sobrepasado todos los límites imaginables.
Tan enfurecidos están, que ya no les
importa si los observadores de la ONU encuentran pruebas o no, el
ataque está ya en marcha y se espera para hoy jueves. Según el
diario “Le Figaro”, EE.UU. lleva meses entrenando en Jordania a
tropas rebeldes para acciones contra el régimen Sirio. Según
Wikileaks había planes de derrocar a Bashar al-Assad desde 2006. Es
agradable ver que los líderes mundiales han hecho planes con tiempo
previendo este alevoso ataque. Incluso algunos comentan que los
vídeos del ataque fueron subidos a Youtube el día antes, a eso se
le llama anticiparse a la noticia. Deberíamos aprender de estos
visionarios.
Yo nunca he apoyado al régimen sirio,
pero eso de derrocar por derrocar no trae más que muerte y
destrucción; como hemos visto todo esto acaba cambiando a un
dictador por otro, a costa de las penalidades del pueblo. Obviemos
que Irán acusa a los rebeldes de ser los autores del ataque. Otras
fuentes hablan del uso de armas químicas desde hace meses, tanto por
un bando como por otro. Sinceramente el señor Obama ya ha decidido
destruir al gobierno sirio y de paso a Siria y los sirios. Por
supuesto usarán Tomahawks y bombarderos, los soldados no pondrán un
pie en tierra, no sea que muera uno y la opinión pública se enfade,
se limitarán a destruir, la guerra no parará, simplemente deben ver
que a los rebeldes no les va bien y hay que ayudar. Todo esto no hará
más que alargar la guerra y el sufrimiento del pueblo sirio.
Si en 1984 de Orwell teníamos el
Ministerio de la Verdad que se dedicaba a construir mentiras, ahora
tenemos al Nobel de la Paz que se dedica a la Guerra.
Siria será destruida, y la verdad
nunca la sabremos porque hace tiempo que murió y a nadie le interesa
que vuelva a la vida. Ya dijo Esquilo que “La verdad es la primera
víctima de la guerra”.